La sudoración excesiva que padecen los pacientes con hiperhidrosis axilar puede tratarse en IMV con Botox (Toxina Botulínica). El tratamiento de hiperhidrosis con Toxina Botulínica tipo A mejora la calidad de vida de los pacientes, gracias a sus múltiples ventajas: efectividad, resultados con una duración mínima de 6 meses, procedimiento mínimamente invasivo e indoloro y que no requiere período de recuperación.
¿Cómo actúa el Botox el tratamiento de la hiperhidrosis axilar?
El Botox bloquea los receptores de acetilcolina, inhibiendo así el estímulo simpático que produce la secreción de las glándulas sudoríparas.
El tratamiento de la hiperhidrosis con Toxina Botulínica tipo A se realiza mediante la infiltración de esta sustancia con agujas muy finas.
El procedimiento tiene una duración aproximada de 30 minutos y el paciente puede reanudar sus actividades cotidianas de inmediato.
¿Qué resultados se obtienen?
Los beneficios comienzan a ser perceptibles a partir del tercer día del tratamiento y se estabilizan transcurrida una semana.
En un 90% de los casos, el paciente suda en menor cantidad o incluso no suda. La duración del efecto del Botox es de un mínimo de 6 meses, aunque puede variar en función de factores como la actividad muscular del paciente y la dosis aplicada de Toxina Botulínica..